16.02.2018... Reflexiones del Invierno VI.

Me abandona el silencio estos días y me lleno de ruido.

Es ese ruido de fondo que va penetrando en nuestro interior como rompiéndonos. Es lo que nos ocurre cuando nos enfrentamos a nosotros mismos, cuando queremos despojarnos de todo aquello que nos trastorna en el día a día.

Somos nuestro peor enemigo. ¿Lo sabían? En la vida no creo puedan enfrentarse con alguien peor que ustedes mismos.

El miedo se apodera de nosotros porque lo dejamos entrar.

El miedo es ingrato, el miedo nos llena de agitación, de ira, de rencor.

El miedo nos paraliza y nos hace culpar y lamentarnos.

Nos da miedo liberarnos porque nos da miedo la vida. Tal vez la vida que tenemos no es la que deseamos y eso nos confunde en nuestro caminar, nos provoca tropezones y caídas.

Despertar.

Todo está en tu interior, no hace falta ir más lejos para buscar. Todo está dentro de ti.

La realidad es el aquí y el ahora. Es el presente. Es lo que vemos.


Necesito limpiarnos física y mentalmente para seguir ese largo camino.

No escuchamos interpretamos. No leemos, interpretamos lo que nosotros queremos.

La vida es una ilusión.

Tenemos, como seres humanos que somos, un gran poder que es modificar nuestra realidad, la que creemos que es.

Nos sentimos, en ocasiones, desconectados de nuestro Ser. Nuestro Ser es nuestro.

Somos esclavos de nuestra mente. El ego nos supera.

Somos cómplices de la vida en que vivimos.

Es un regalo estar vivo y por ello es un regalo el tener la oportunidad de poder cambiar.

Buscamos fuera lo que tenemos dentro.

Estamos envueltos en ruidos.

Tal vez no haya conocido todavía a mi mejor yo, me apena saber que ni siquiera sé si llegaré a conocerlo alguna vez. El tiempo nos lleva y no nos deja preocuparnos de lo más importante que somos Nosotros. Los cambios internos provocan cambios externos.

Si no cambiamos difícilmente los que nos rodean percibirán un cambio.

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