26.11.2017... No hace falta correr!!!

Qué pereza da, cuando nos llega el final del domingo y pensamos, tal vez de manera absurda, que terminan esos días en los que somos dueños de nuestro tiempo. Qué cierto es, en todo caso, aunque a veces no queramos saberlo, que solo nosotros somos dueños de nosotros, de todo, con lo que, tal vez y en todo caso, lo que hacemos es dejarnos arrebatar lo único verdaderamente nuestro: el tiempo.

Los domingos, desde que levanto, es curioso cómo me conecto mentalmente con mis proyectos profesionales. Es impresionante cómo la mente sabe que tuvo su día, su particular Sabbat ayer y que, para mi, de siempre, el domingo es el primer día de la semana. 

Voy repasando, uno a otro, cada ámbito y cada objetivo. Voy ordenando ideas, yendo y trayendo, rebuscando inquieto nuevas posibilidades y, sobre todo, marcando esas tareas para iniciar el lunes con gratitud a un nuevo día, una pequeña sonrisa, tampoco muy grande no se vayan a pensar, y toda la ilusión y pasión puesta en lo que hago, a veces demasiado pero nunca suficiente.



Unas veces trato de correr demasiado en todo pero, en la tranquilidad de estos días siempre llego a la conclusión de que no debemos de tener prisa. Para llegar no hace falta correr. Y lo dice uno que tiene muchos kilómetros en sus piernas.

Poquito a poco, paso a paso, llegamos a más.

Nada ocurre porque sí. Siempre hay que trabajar y perseverar para llegar a obtener el resultado que queremos. Hay que esforzarse y estar dispuesto a ello. Es cierto que todos estamos más cómodos sentados en el sillón viendo la tele, pero así no llegaremos jamás.

No hay que rendirse. Si nos caemos, nos levantamos. Si no conseguimos el mejor resultado, al menos lo habremos intentado.

Sé que la frustración conlleva bloqueos. A veces deseamos demasiado o lo que deseamos no nos llega cuando queremos. Pero no hay que rendirse. Todo tiene un proceso. Actitud. Creer en ello.


Somos lo que pensamos. No dejo de decirlo, de escribirlo aquí y allá. Si pensamos en negativo todo lo que nos viene es negativo. No vemos nada de lo que nos rodea más que en una oscuridad cada vez más espesa.

Creamos lo que vivimos y somos los responsables de ello.

Pensando creamos sentimientos, sintiendo creamos acciones y con acciones creamos nuestra vida.

Sin un pensamiento positivo no nos provocaremos la acción suficiente como para llegar a la meta que perseguimos.

Es verdad que muchas veces no podemos controlar lo que nos ocurre. Parece que las circunstancias nos llevan en volandas. Pero sí podemos decidir que actitud tomar ante cada una de esas situaciones que nos vienen.

En estos días no me siento ni más ni menos motivado. Tengo ante mi varios retos. De mi, de mi actitud, depende que las decisiones y acciones que voy tomando para llegar al resultado que busco, vayan en la dirección adecuada. Y si me equivoco, si nuevamente como tantas veces me equivoco, siempre quedará por aquí escrito algo: lo intenté.

Alrededor creo ir acompañado de los mejores y eso, siempre, es una magnífica decisión.

Tú Eliges!!!

Y hoy, por lo que sea, tampoco me apetece escribir mucho más. Dejemos que la noche nos ilumine y demos gracias por ser y estar. Mañana será otro día.

Y os dejo, porque me apetece, con...

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