15.11.2017... Sumando en Getafe!
El trayecto de Talavera de la Reina a Getafe, en
tren, aunque la distancia no es muy larga, en tiempo sí lo es: casi dos horas. Mi
cariño por los viajes en tren nace de ese rítmico movimiento, acompañado del
paisaje que te ofrecen las ventanas en las que, de vez en cuando, por esos
poéticos juegos de luz, te ves reflejado.
Ayer, en ese tiempo acompasado, me venían a la mente pensamientos y reflexiones que,
envueltos en recuerdos, hoy he querido recoger por aquí.
Porque sí, creo que es el momento de dar una opinión
que, más allá de serlo, es también una reflexión personal sobre política
interna. Escribir y opinar sobre lo que conozco, sobre lo que siento, a veces
no es fácil; será criticado, sin duda, pero estoy seguro que, en algún caso,
tal vez también comprendido. Me siento dueño de esa libertad, que siempre he defendido,
para hacerlo.
Como sé que alguno pensará o dirá, criticará en su
momento de plenitud mental o de bajeza moral, que lo que escribo es por
sentimiento, antes lo dejo claro yo: José Luis Vicente Palencia no es mi amigo,
es uno de los mejores Amigos que tengo, y no son muchos. Ya lo digo yo, no tiene que
decirlo nadie. Pero no estoy aquí, en este momento, ni para hablar de amigos ni
de mi libro (jaja); tampoco escribo esto porque haya pasado a un estado vital
algo más racional y pausado, que también, simplemente quiero dar una opinión,
lo más objetiva, en un momento de rebelión personal, como he hecho siempre,
ante el abuso del poder establecido. Sí, y antes que salten de un lado u otro
las alimañas, me explicaré.
Siempre he sido, y soy, leal y respetuoso con el poder, con las
estructuras; pero siempre denunciaré aquello que creo injusto o la utilización
interesada del poder.
Todo progreso y evolución debería ser positivo, de lo contrario sería involucion o negativo.
Cada uno en su vida, entiendo, trata de
evolucionar; debería hacerlo mucho más en su interior que en su exterior. Darse
cuenta de que lo externo no vale para nada ya es una fase del progreso
personal.
Creo que, como se ve (o se lee), poco hablo de
política en los últimos años y mucho menos de política interna de partido:
quiero decir del partido en el que he militado y milito desde que tuve edad
para hacerlo: el Partido Popular.
He tenido mis más y mis menos con personas de la
organización, son muchos años ya –exactamente 33- , pero también reconozco que otros
han tenido sus más y menos conmigo. Sé que no soy fácil de aguantar. Lo importante, así lo
he creído siempre, es sumar para la organización.
Y hoy pensaba que, en estos momentos, hablar sobre
la organización, sobre el partido en mi pueblo, Getafe, es algo más que una
obligación; en mi caso, aunque pueda no servir de nada, es un deber.
Un deber porque he sido, para bien o para mal, su
presidente local y portavoz municipal,
durante 12 años y, a más honor y orgullo, candidato a Alcalde, también para
bien o mal, en tres comicios electorales. Creo que hasta la fecha, en toda la
historia del Partido Popular de Getafe nadie puede decir lo mismo.
Esto, para algunos, puede representar, o es, una
gilipollez; para otros muchos ni lo es ni lo ha sido nunca. Para otros muchos
ha significado, trabajo, ilusión, sacrificio, penas, alegrías, tristezas,
sonrisas y lágrimas. Ha sido su vida, en la mayoría de los casos voluntaria.
Los que me conocen saben de esa exigencia mía, o
reconocimiento, a la culpa. Soy el primero en criticarme. Claro que cometí
errores y equivocaciones, algunas con consecuencias electorales que pesarán en
mi toda la vida. Por supuesto. Ninguna, por cierto, envuelta jamás en
presunción de/o ilegalidad: lo firmo y aseguro. Pero sí tuve errores, llevado
por el oportunismo político, que sé pagué en las urnas y pagaré siempre en lo
personal: hablo de lo deportivo, y aunque sé que estaba en la razón sensata de defender, en mi responsabilidad, la
diferencia que debe existir entre lo público y privado, tal vez no debí de dar nunca el paso.
Llegué a Getafe, al Partido Popular, impuesto a
dedo (también lo reconozco yo, no hace falta lo recuerde nadie). No quiero
valorar ahora, veintidos años después, las razones del momento, porque, sin
duda, los de entonces tampoco lo entenderían cuando ni yo, sinceramente, a veces
no comprendo.
Tuve una respuesta frontal en el municipio que solo
los que vivieron aquello conocen. Tan brutal como excéntrica, de dentro y de fuera.
Las perrerías eran tan continuas que solo un tipo con un carácter como el mío, acompañado
por unos cuantos que creyeron en el proyecto, podía aguantar.
Pero no solo aguanté, sino que aposté porque creía.
Cada perrería que sufría, de unos y otros, era un impulso hacia delante. No
tardé ni dos años en cambiar mi residencia a Getafe.
Me hice tan de este pueblo que mi hijo nació aquí,
sigo aquí y jamás me he sentido tan orgulloso de haber tomado aquella decisión.
Soy de Getafe.
Creo hice lo que tenía que hacer si deseaba ser el
representante de los vecinos de esta gran ciudad del sur de nuestra comunidad.
Pero llegó el momento de dar un paso a un lado,
quitarme del medio, y lo hice cuando creí tenía que hacerlo.
El partido en Getafe, en un momento complicadísimo
a nivel nacional, con una oposición feroz en la calle, en unas situaciones de
verdadero espanto, consiguió, paso a paso, gracias al trabajo de todos sus
militantes y concejales, el mejor resultado de su historia. Del año 91 al año 2007 prácticamente dobló sus concejales. En los comicios siguientes (2011) se subió un concejal y en los últimos ya conocemos el resultado.
Me fui consciente y orgulloso de haber unido un
partido descompuesto y dividido y haber conseguido, por primera vez, ilusionar
realmente a una organización, en una población complicada para el
centro-derecha, históricamente de izquierdas, con un alcalde emblemático y de
influencia nacional, además de apoyado por unos y otros.
Y sí, pasé al gobierno de la Comunidad de Madrid a
desempeñar otras funciones y, ahí están todos, los unos y los otros, nunca me
olvidé de mi pueblo ni de mis vecinos.
Pero desde aquel momento, y ya hace algo más de 10
años, por lo que fuera o fuese, nadie jamás en mi partido a nivel local me
llamó para nada; ni para preguntar, ni para decir, ni para ayudar, ni siquiera
para hacer bulto. Nada. Tal vez eso, que yo nunca hice, me hizo reflexionar más
en lo que terminaría por ocurrir más pronto que tarde.
Getafe me ha dado y me sigue dando mucho como
persona. Me ha enseñado, entre otras cosas, que las batallas no se ganan con
una sola espada, o que ser concejal es mucho más que venir, estar y marchar...
es vivir y sentir.
Getafe es un pueblo vivo, que siente, que te atrapa
y te provoca.
Vaya charla acabo de soltar, pero creo debía hacer
antes de continuar…
José Luis Vicente es mi amigo, sí, para que se lo
voy a negar a nadie si todo el mundo lo sabe y tampoco creo que algo tan
importante como la amistad haya que esconder. Faltaría más.
Compartimos muchos momentos de este largo camino. En este caminar,
desde que nos conocemos, hemos discutido innumerables veces porque pensamos
diferente en muchos temas. José Luis Vicente Palencia es una persona que, más allá del amor y sentimiento que le une a su pueblo, Getafe, tiene una experiencia más que demostrada no solo en formación político municipal, sino en gestión en los máximos niveles del gobierno de España.
Cuando le conocí, hace ya más que años (uff), fue por su
sentimiento y defensa de Getafe como pueblo, más allá de otros intereses. Era
prácticamente un crío, por cierto entonces haciendo el servicio militar en la
Base Aérea, estudiante de carrera e intrépido emprendedor. Pero siempre con el
escudo de su Getafe en la solapa. Siempre.
Y así continua, y mira que a veces se lo he
discutido por uno un otro motivo, siempre su Getafe por delante de todo,
incluso de su comodidad vital.
José Luis Vicente Palencia, ahora, ha dado un paso
importante para él, a nivel personal, pero también para el Partido Popular de
Getafe y el pueblo de Getafe. Y lo digo porque ni el pueblo de Getafe ni mucho
menos el Partido Popular de Getafe creo pueda permitirse perder a personas como
José Luis.
A Ruben Maireles no le conozco. Sé, por foto, es un
chaval joven, seguro un tío majo, pero no le conozco de nada y por ello tampoco
voy a comentar nada, ni bueno ni malo. Por cierto que tampoco me conoce él a
mi.
Sí sé, por cierto, que Rubén Maireles no iba a ser candidato a
presidir el Partido Popular de Getafe; ni lo pensó, ni se lo formuló nunca. El
candidato era Juan Soler, actual Presidente del partido, Senador, Diputado y
concejal en el ayuntamiento, que sí presentó su candidatura y en menos de tres
horas, todos sabemos el motivo, se vio obligado -por imposición- a retirarla.
De los únicos concejales del Partido Popular de Getafe no imputados hasta el
momento, quedaba Rubén que fue el elegido, deprisa y corriendo, a presentar una
candidatura sin más ilusión que el de la orden: “tienes que ser tú”.
Como he dicho, no es momento ahora de hacer crítica
ni del uno, ni del otro, ni de la otra.
Pero sí quiero resaltar la gran diferencia existente entre los dos
candidatos a presidir el Partido Popular de Getafe.
Jose Luis Vicente Palencia siempre ha sido y querido ser
defensor de los intereses de Getafe, su pueblo; Ruben Maireles No.
Las personas que acompañan a cada uno, en sus
candidaturas, me merecen todo el respeto del mundo. A la mayoría les conozco, algunos
fueron concejales en mi etapa, y sí demuestran un compromiso firme de seguir
estando, aunque los años pasen.
La candidatura que encabeza José Luis Vicente,
sincera y objetivamente, es la más representativa de todos los sectores de
Getafe. La que muestra más madurez y, sobre todo, más sensibilidad por el día a
día de la ciudad de Getafe. Porque Getafe, como todos deben saber, no es sólo
un municipio al sur de nuestra comunidad; Getafe es una ciudad de cerca de
200.000 habitantes que se erige como capital del Sur. Esto no es una comunidad
de vecinos.
Sigo...
Yo sé que lo que más ‘mola’ es ser alcalde, pero
para serlo hay que sentirlo y saber.
Primero hay que pasar la dura prueba de la
oposición, y eso, a no todos gusta porque en la oposición se sufre desde fuera
y desde dentro, porque poco o nada se valora, porque uno se hace a base de
tortas, de heridas pero, sobre todo, del día a día cuerpo a cuerpo con el
vecino, con la crítica y el cariño, con la vida que no es otra que la de ser
concejal. Y eso, sinceramente, lo sabe muy bien Jose Luis porque sin serlo en
la actualidad, no ha dejado de serlo.
Y yo, como vecino, quiero gente así, comprometida
hasta la saciedad con el municipio; no quiero lagartijas ni camaleones, ni
interesados en su promoción personal, ni tampoco quiero concejales de 8 a 15 h. que se den un paseo por la mañana y por la tarde se vayan a casa, algunos a los
barrios nobles de Madrid.
José Luis Vicente Palencia ha conseguido que todos
los presidentes locales que hemos pasado por el partido, exceptuando el último,
avalemos su candidatura. Todos. Que prácticamente todos los presidentes de
Nuevas Generaciones lo hagan. Y eso, desde mi punto de vista, es Sumar.
Ponerse en frente del poderoso, de aquel que
ostenta el mando y la migaja no es fácil, sí lo es rendirle pleitesía, peloteo
y darle la razón siempre, aunque no la lleve por miedo a perder la ganga.
Alguno tenemos experiencia de lo que supone decir
No al que manda.
Las sectas en las organizaciones políticas son
habituales, lo poco habitual es que surja alguien que simplemente no agache la
cabeza a todo porque sí.
Siempre he sido conciliador y he trabajado por la
unidad de mi partido, así lo seguiré haciendo.
Me resulta cuanto menos curioso que en el caso de
Getafe, de las dos candidaturas sólo una de ellas trate de buscar la unión y la
otra, representada por un joven a todas tele dirigido, niegue la suma y busque
la resta.
Si el candidato Rubén gana, tengo claro que el
partido habrá sufrido una gran fractura que no sé a quien beneficia, o sí. Si
gana la opción de Vicente Palencia, ganará la unidad, la suma de todo el
partido popular porque así lo ha hecho siempre, desde que le conozco.
A día de hoy solo uno de los candidatos me ha
explicado su proyecto, del otro lo único que he leído es que no quiere en su
proyecto a la mitad de los militantes. Me parece durísimo afirmar algo así.
-
Porque me he
sentido abandonado por mi partido como afiliado en Getafe.
-
Porque no me
siento representado por los actuales miembros del PP local.
-
Porque me he
encontrado con las puertas de la sede cerradas.
-
Porque esta
gran ciudad que es Getafe necesita un nuevo PP.
-
Porque quiero
sentirme parte de un partido con vocación de gobierno.
-
Porque
entiendo que el PP de Getafe debe ser un partido de Getafe y para Getafe.
-
Porque quiero
que se cuente con todos, piensen lo que piensen, dentro de la organización.
-
Porque para
recuperar el gobierno en Getafe primero hay que recuperar el PP de Getafe.
-
Porque hay que
unir y nunca separar.
Por todo esto y más, voy a apoyar la candidatura
que encabeza José Luis Vicente Palencia
a la presidencia del Partido Popular de Getafe.
“Nuestra máxima prioridad es conseguir un Partido Popular de Getafe unido, fuerte, de todos sus afiliados y militantes. Un Partido que no olvide su historia y que sepa el futuro que quiere para su pueblo; un partido que sume, un partido en positivo” J.L. Vicente Palencia
Y lo escribo, y digo, desde la libertad. Podrá
compartirse o no, desde el respeto, sumando, cada diferencia debe ser bien
recibida.
Mi etapa en Getafe pasó, pero quiero sentirme
orgulloso y bien representado como afiliado y como vecino.
Gracias.
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