05.05.2016... Con prisas...

He tomado una decisión: no estresarme, no tener prisa. 

Últimamente me he dado cuenta que el único que va con prisa, que pretende hacer todo en el momento, soy yo. Y no es necesario, nunca es necesario ir de prisa, sobre todo cuando el resto no camina al mismo ritmo.

No puedo estar generandome constantemente un estrés aparentemente absurdo. No hay necesidad de ello. 

En días como el de hoy me paro a repasar el día. Llego a la estación corriendo, todo para que no marche el último tren porque el próximo tarda como mucho 5 min. ¿Y qué son 5 minutos? 




Quiero todo en el momento cuando nadie está pensando en que las cosas corren prisa. 

Llega la hora de la comida y me enfado si comienzo más tarde de lo que es lo habitual. ¿ Y qué?

Trato de terminar tantas tareas a la vez que normalmente no acabo bien ninguna.

Aconsejo a los demás lo que no hago: correr no lleva al éxito, normalmente lleva al fracaso;  o no llegas o tropiezas y te caes.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29