Soñé el silencio...

Soñé el silencio,
es lo que bebo
últimamente. 

Mientras fraguan, 
ardientes, 
cada uno de tus pasos,
valoraba que sombra
sólo una acompaña
días que te siguen.

Zambullí mi lengua
en la sed de tu boca, 
desnudo saltaba
planeando tu cuerpo,
distanciado de mi
acurrucaba la silueta
que turbada emergía 
raíz de tierra
sin dueño.

Inquieto movimiento
escurrido asombro
despejada luz
que convierte día
en el corazón 
de mi almohada.


Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27