Hoy puede ser un día mágico, pero depende, única y exclusivamente, de cómo veamos las cosas y no de lo que nos viene de fuera. El hecho de despertar ya es un tesoro por descubrir. a partir de ahí cada momento es un regalo si sabemos apreciarlo. Deberíamos aprender a detenernos y contemplar lo que nos rodea, no estar continuamente corriendo sin ser capaces de apreciar nada.

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