Dice Sigmud Freud que...

“La voz del intelecto es apagada, pero no descansa hasta hacerse oír, y siempre termina por conseguirlo, después de ser rechazada infinitas veces" 

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30