17.08.2015... otros veranos!

Pensaba hoy, en este final del lunes, pasado el ecuador de agosto, que hay veranos y veranos. 

Una época del año que suele servir, o ser utilizado, para desenchufar mentalmente de lo cotidiano, de esa rutina que nos lleva; para dedicar más tiempo a los nuestros y a lo nuestro, a lo familiar y espiritual; de perdernos en lecturas ajenas a lo laboral y otras más poéticas.

Los veranos no se suelen recordar, suelen ser todos los mismos. 



Pero hay veranos en los que parece que se retuercen las circunstancias. Son esos veranos que deseas y parece que cuanto más, más difícil se te ponen los días.

Esos veranos en los que buscas el silencio con ansia, para esconderte de los ruidos que te persiguen al despertar.

Son esos veranos en los que te convocan los males y vencen a esas buenas sensaciones.

Uno tiene que estar arriba siempre, no puede permitirse bajones. Los bajones son para otros y si vienen, deben de ser solitarios, ajenos, escondidos.

Un coach no puede hacer coaching consigo mismo porque  se utiliza y martiriza. Sabe las preguntas y el significado de las respuestas. 

Es difícil sufrir sin ser sufrido. 

A veces, en momentos así, circunstanciales, recuerdo mucho a Mozart. Él me acompañaba en mis soledades, callado y paciente. Siempre sonriente a su manera, alegre y agradecido incluso de las tristezas.

No es cómo nos viene la vida, muchas veces jodida y complicada, es cómo la agarramos por los cuernos y nos defendemos de ella.

En fin, no sé muy bien por qué en este anochecer me vienen estas sensaciones. 

No todo va a ser luz y poesía. La vida tiene y es eso: claros y sombras.

Comentarios

  1. Alba Coello18/8/15, 20:38

    Creo que los buenos lectores de Trapiello nos vamos a enganchar a este blog, porque sus contenidos están en esa línea de sensibilidad trapiellista que tanto nos gusta. Gracias, José Luis.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agradecido, Alba, de estas cariñosas palabras.
      Un saludo,
      José Luis

      Eliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29