12.04.2015... pasando por Villar de Plasencia.

Fin de semana en uno de esos pueblos extremeños que uno desconocía: Villar de Plasencia

Entre Plasencia y Hervás, en la ladera de la Sierra de los Montes de Tras la Sierra, rodeados de encinas y alcornoques. Con cielos derrochadores de luz y versos.
Un lugar tranquilo, de no muchos vecinos, agradable y ajeno al tiempo.
Uno de esos puntos que sólo encuentras en el mapa si buscas o te recomiendan, pero que sin duda guardarás en el recuerdo.



Uno de esos fines de semana en los que se aprende, se participa y se celebra la felicidad de otros. Un fin de semana de cosecha de momentos que sin duda son la esencia y el valor de este país nuestro: la familia.

Lo afortunado de todo esto es que cada uno de nosotros tenemos a mano descubrir espacios así y abrazarlos con instantes poéticos. Pero no todos lo conseguimos. A veces pienso que no queremos hacerlo, que preferimos obviar los ofrecimientos de la vida y envolvernos en cuestiones que no generan más que problemas.

Han sido días agradecidos, un fin de semana encantador y, una vez más, un fin de semana que ha servido para crecer y desconectar.

Mañana volvemos a esa normalidad que nos lleva.

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