07.04.2015... Instantes de soledad...

Hay veces que termino el día y, como el que no quiere la cosa, como ese guerrero de la vida que descansa y necesita contemplar su propio pasar viviendo en unos instantes de soledad, me siento en la primera terraza que encuentro y, acompañado de una tónica, dejo perder mi vida al viento por unos instantes.



Luego continuo a casa y, como hoy, trato de desahogar y desintoxicar con unos kilómetros de running por las calles de Getafe.

Y otro día más, gracias al Eterno. 

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30