25.02.2015... pufff!!!

Hay días que te animan y días que te desaniman. 

Algunas vidas son como una montaña rusa de esas que suben y bajan, que van y vienen, lento o rápido, buscando crear el vértigo suficiente para hacerte vivir.



Mis días pasan de una subida a una bajada, de una velocidad a otra, de un estado mental bíblico al más alborotado descontrol. 

Cada uno tiene sus semanas y sus días. Unos los desahogan de una manera y otros de otra. Yo recomiendo, en Coaching #DVida, escribir. 
Coger un papel, una libreta o cuaderno y escribir unos minutos tras nuestra jornada, nos resuelve muchas cosas. Lo principal es que sirve de vómito, de cajón, de encuentro. Vómito porque soltamos todo aquello que nos sobra; cajón porque nos sirve de lugar de recogimiento de aquello que queremos guardar fuera de nosotros; encuentro, porque nos deja estar con nosotros.

Y así, en este preciso momento me doy cuenta de todo lo que he vivido en el día. 
Por muchas subidas y bajadas, de esas que acostumbro; por muchos obstáculos complicados o aplicados, de esos que acostumbran; realmente soy capaz de agradecer todo lo que he vivido y vivo, que siempre, aunque parezca que no, es mucho.  Y prefiero volver cada día, a este cuaderno, que acostarme con todas esas miserias que suelen acompañarnos a todos aquellos que tratamos de Caminar.

Creer es Caminar y Caminar es Ser. Así somos.

Y cada día, si haces, si conoces a gente nueva y estupenda, si agradeces, merece la pena Ser.

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