09.10.2014... Vuelta de Sevilla.



Cuando uno viaja piensa que el tiempo le va a dar más de sí. Es casi lo contrario. Acomodas en la mochila esos libros que no tienes tiempo de leer, pensando que aunque sólo sea el trayecto en tren podrás perderte en momentos por sus páginas. Es imposible. Los viajes de trabajo tan sólo te permiten tiempo para el trabajo. Incluso las horas cunden menos.

He vuelto hoy de Sevilla. Una jornada, la de ayer, fructífera, agradable y con contenidos interesantes. Todo es interesante cuando te apasiona lo que haces.
Reunión con Presidentes de Diputaciones socialistas, Andalucía y Extremadura, para tratar cuestiones de futuro y relevancia que trataremos de estudiar en común, desde la pluralidad, en la Fundación. Un diálogo, resalto,  plural, poniendo en común ciertas cuestiones que afectan a las administraciones por igual y tratando de dejar de lado las diferencias.


Antes de la cena, también de trabajo, para no descansar ni parar mucho, como siempre, hice lo que creo debía y me apetecía: una sesión running junto al Guadalquivir. Un privilegio sólo apto para los sevillanos pero que algunos, de vez en cuando, al visitar esta hermosa ciudad, tratamos de degustar.
11 kms mientras anochecía, con una temperatura ideal y contemplando los reflejos de una ciudad que comenzaba a parar, sobre el agua. Increíblemente agradable y, aunque te deja cansado, te activa para continuar con una jornada que terminó con una interesante conversación de análisis político. 

Y así vamos enhebrando los días de nuestras vidas.

Comentarios

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30