Dice Thomas Merton que...

“La esencia de estar a solas, a solas consigo mismo, no está en huir de todas las personas de este mundo. Esto no tiene ningún sentido. No se trata de huir de la gente ni de correr a buscarla. Estar solo es simplemente otra forma de estar con ellos. El estar físicamente presente para todos es casi siempre más o menos irrelevante. Se está o no se está. Y eso no tiene en realidad tanta importancia, puesto que estamos unidos en el Espíritu. Y así es como será en el cielo. En el cielo hay una verdadera vida comunitaria, sin pequeñeces ni trivialidades. Allí, no nos preocupamos por nuestra propia identidad y nuestra individualidad, y todas esas minucias.
En el cielo, todas las cosas serán como cuando son mejores que nunca para nosotros aquí en la tierra, y mucho mejores. En otras palabras, allí seremos realmente uno. Este es el propósito de nuestra vida, lo que buscamos y anhelamos, y lo que vamos a tener. Seremos salvos, seremos libres, seremos uno. No tenemos que preocuparnos por el hecho de que las cosas sean ahora imperfectas. El tiempo se avecina, y será mucho mejor de todo cuanto podamos pensar o imaginar. Y así será porque seremos uno. Así, cuando estamos juntos, enriquecemos nuestra eternidad.
Esto es lo que significa ser cristianos. Así es como obra Dios. Y lo que hace que le estemos tan agradecidos. Sabemos que no es nuestra misión hacer que las cosas “funcionen”, ni satisfacer ninguna clase de precondiciones, ni “enderezar” todas las cosas”.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29