11.04.2014... llega el sueño...

¿Qué ocurre cuando uno llega a casa pronto, vislumbra en la terraza un maravilloso sol, se sienta en su sillón tras cambiarse el uniforme, se enchufa los cascos con la voz de Madeleine Peyroux y pierde su mirada en el cielo tras una intensa semana? Que se queda frito al instante. 
Eso es lo que me ha ocurrido al llegar hoy tras un relajado almuerzo italiano. No he conseguido vencer el sueño y cansancio que voy acumulando toda la semana. Tenía varias posibilidades. Todas fantásticas. Salir a correr un poco, inflar las ruedas de la bici fixied y dar un paseo o sentarme a leer. Lo único que he hecho ha sido sentarme, el resto ya lo he contado. 
Así he entendido la mejor forma de terminar el día. Ahora estoy tan despierto que me costará dormir esta noche pero, con inmensa sinceridad y humildad, me ha sentado más que bien esta hora de sueño que he robado al día. Hacía mucho tiempo no lo hacía.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30