“Los beneficios de la poesía para Profesionales”.


Escribir y leer poesía puede ser muy valioso para el desarrollo personal y profesional de los gestores de empresas, y este artículo explica con buenos argumentos cuatro beneficios directos que se derivan de esa práctica.



Encontramos este curioso artículo gracias a una reseña de Nicolás Boullosa en la que empieza diciendo que: “El menor prestigio social y laboral de las humanidades en comparación con la ciencia no se sostiene: ¿y si las humanidades fueran la salsa de las grandes ideas, diseños y soluciones a problemas?”, una idea que venimos repitiendo desde hace tiempo en esta casa con artículos como éste: "Por qué necesitamos más Humanidades en la formación empresarial".

Boullosa nos invita a incursionar con convicción en esa encrucijada que existe entre las humanidades y la ciencia, un territorio para exploradores que creen de verdad en la hibridación de saberes. Él opina que leyendo o escribiendo, entrenamos nuestra capacidad de atención de manera sistemática y aspiramos a diario, aunque a veces no lo consigamos, a experimentar momentos de concentración ingenua y extraordinaria (las "situaciones de flujo" de que habla la psicología positiva).

El artículo de John Colemancomienza citando varios ejemplos de conocidos personajes que han habitado con éxito en la intersección entre poesía y negocios, para advertir que es común que los directivos de empresa (los que leen cosas distintas al Management) se limiten a leer no ficción o novelas, pero que pasen por alto un género que podría ser muy valioso para su desarrollo personal y profesional como es la poesía.

He aquí algunos beneficios que la poesía puede aportar a cualquier profesional, además de su evidente disfrute intrínseco:

- La poesía nos enseña a simplificar la complejidad: Cita como argumento una frase del empresario Sidney Harman que dijo una vez en The New York Times: "Yo solía decirle a mi personal que me trajera poetas como directivos porque los poetas son nuestros pensadores sistémicos originales. Miran a los entornos más complejos y reducen la complejidad a algo que pueden entender”. Según Coleman, los empresarios viven en entornos de caos y su desafío es hacerlo significativo y comprensible, así que leer y escribir poesía puede entrenar esa capacidad, la de conceptualizar mejor el mundo y comunicarlo. Boullosa añade esto: “la poesía nos ayuda a encontrar paralelismos, leyes, hipótesis, teoremas, enseñanzas que asociamos con otras ideas”.

- La poesía puede ayudar a desarrollar un sentido más agudo de la empatía: Se trata en definitiva de explorar sentimientos propios pero también ajenos, y muchos poetas se centran intensamente en la comprensión de la gente que está a su alrededor. Dice, por su parte, Boullosa en su reseña: “La poesía es un método de introspección, una manera de mirar el mundo. Un punto de encuentro para la búsqueda racional y la búsqueda intuitiva, la metafísica, la incertidumbre de la existencia, la conjetura, el misterio”.

- Leer y escribir poesía expande la creatividad: Estas capacidades creativas pueden ayudar a los directivos a generar soluciones imaginativas y a navegar en entornos donde los datos no son suficientes para encontrar respuestas.

- La poesía puede enseñarnos a infundir belleza y significado a la vida: Estimula el sentido del asombro y del propósito al incursionar en dimensiones profundas de la existencia humana, en la estética de las relaciones y en el autoconocimiento. Al respecto añade Boullosa que la evasión de la poesía nos hace “capaces de apreciar la belleza y el misterio del sabor y textura de un trozo de pan, o una pieza de fruta; o la comodidad de una prenda de ropa, por humilde que sea”. 

Para leer el texto original (en ingles), lo tienes aquí: “The Benefits of Poetry for Professionals”. Si estas más interesado en este tema, te recomendamos el libro de Clare Morgan: “What Poetry Brings to Business?

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