Querido hijo...

Todo ese genio y a veces prepotencia, que en tus pocos años te acompaña, con el paso y el poso de la vida, será más limitado.

Comentarios

  1. Es propio de la juventud. Pensemos en la nuestra: ¿A que sí? ¡La fuerza de la juventud que así, como parte de ella, se expresa. Eso, como muchos de nuestros andares por la vida suelo ser común a todos, en mayor o menor medida. La niñez, la juventud, la madurez y la vejez, son épocas distintas por las que todos pasamos cambiando.
    Suele decirse que después de una tormenta llega la serenidad.
    Un saludo

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