El tiempo da y quita; anda, se mueve y no para. De él aprendemos que o lo vivimos o lo perdemos y, en ese tiempo, que vivimos, descubrimos con quién queremos compartirlo y ser acompañados y quién, por el contrario, nos sobra.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cristianismo de moda, christiancore, o síntoma