Dice Albert Camus que...

“Basta con saber lo que queremos. Y lo que queremos precisamente es no inclinarnos jamás ante el sable, no dar jamás razón a la fuerza que no se pone al servicio del espíritu. Cierto que es una tarea que no tiene fin. Pero aquí estamos nosotros para continuarla. Creo que los hombres jamás han dejado de avanzar en el conocimiento reflexivo de su propio destino. No hemos superado nuestra condición, y, sin embargo, la conocemos mejor. Nuestra tarea de hombres es encontrar las escasas fórmulas que apacigüen la angustia infinita de las almas libres. Tenemos que remediar lo que está desgarrado, tenemos que hacer la justicia imaginable en un mundo tan evidentemente injusto, hacer la felicidad significativa para pueblos envenenados con la desgracia del siglo. Permanezcamos firmes en el espíritu, incluso si la fuerza toma para seducirnos el rostro de una idea o de la comodidad. Ante la enormidad de la partida trabada, no debe olvidarse en todo caso la fuerza de carácter. Es ella la que, en el invierno del mundo, preparará el fruto.”

Comentarios

  1. Cuando nos ensimismamos, o sea, cuando nos acogemos en nuestra propia intimidad por causas ajenas, como no aparquemos tales causas y busquemos pensamientos que ofrezcan alivio a tal abstracción, podemos alcanzar un estado de ansiedad no merecido. Hay por tanto que fortalecer el dominio de nuestra mente para cambiarlos en los momentos adecuados y en la medida de lo posible aliviar la fase.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30