M/4.L Pensaba anoche en ese poco tiempo que paso con los padres, sobre todo en el invierno. Vamos a comer, charlamos un rato de poco o nada, en ocasiones incluso nos regañamos cariñosamente, padres a hijo, hijo a padres, algún comportamiento de unos o de otros, y tras unos achuchones nos vamos hasta la próxima semana, que a veces son dos, que volvamos a vernos. Y marchas, te vas, con esa sensación de que las vidas que nos hacemos nos alejan de los nuestros más de lo que nos acercan . Te vas con esa sensación de hacer todo mal, de qué pensaran ellos que saben que el tiempo es ya mucho más limitado para tenerte, para tocarte; que pasa más deprisa y, por lo tanto, para ellos lo vale más. “No está en ningún sitio, quién está en cualquier parte” . Séneca En nuestro día a día hay gestos que son muy sencillos pero realmente profundos y de una belleza infinita. Simplemente el saludar a alguien, el dar las gracias o desear a otro un buen día. La vida es gratis. No hay nada que perder
Depende mucho de la posición social en la que cada uno se encuentre en cada momento y si con anterioridad estuvieron ante su visión tales cosas y sobre el entorno de su día a día.
ResponderEliminarAnalicemos, por ejemplo, los días de un … bebedor de alcohol: El hecho de ya serlo —una vez lo es yo le disculpo— impide tenga posibilidad alguna de crear en su mente las cosas que para él verdaderamente merecen la pena vivirlas, porque la mejor para él, aunque realmente no la es, comenzó y continúa siendo el alcohol y de hecho lo busca con ahínco.
Yo particularmente creo en la cita de Osho que José Luís expone hoy.