M/4.L Pensaba anoche en ese poco tiempo que paso con los padres, sobre todo en el invierno. Vamos a comer, charlamos un rato de poco o nada, en ocasiones incluso nos regañamos cariñosamente, padres a hijo, hijo a padres, algún comportamiento de unos o de otros, y tras unos achuchones nos vamos hasta la próxima semana, que a veces son dos, que volvamos a vernos. Y marchas, te vas, con esa sensación de que las vidas que nos hacemos nos alejan de los nuestros más de lo que nos acercan . Te vas con esa sensación de hacer todo mal, de qué pensaran ellos que saben que el tiempo es ya mucho más limitado para tenerte, para tocarte; que pasa más deprisa y, por lo tanto, para ellos lo vale más. “No está en ningún sitio, quién está en cualquier parte” . Séneca En nuestro día a día hay gestos que son muy sencillos pero realmente profundos y de una belleza infinita. Simplemente el saludar a alguien, el dar las gracias o desear a otro un buen día. La vida es gratis. No hay nada que perder
Yo he montado en bicicleta, pero nunca en una que tuviera piñón fijo y si lo hiciera ahora lo haría con mucha precaución.
ResponderEliminarMe gusta también el vídeo que has puesto, y además las bicis son primorosas.
El jercicio que se hace en el vídeo es premiable. No sabía que se pudiera hacer lo que hacen esos jóvenes con el piñón fijo.
ResponderEliminarAlgún día tienes que sacarla de casa.
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