Sólo algunos sabemos
que la poesía vive
que los versos no mueren
que son capaces
de sobrevivir a los silencios.
Sólo algunos sentimos
la ilusión del encuentro
con un poeta hambriento
con un papel sediento
de rozaduras y caricias
de su aliento.
Sólo esa casualidad viva
de pasiones y momentos
encuentra la palabra
la coma
el lamento.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30