Querido hijo...


El mundo que ves a tu alrededor, no obedece a la realidad. La realidad es otra, es mucho más difícil y complicada. No cierres o tapes los ojos, ni te escondas a la realidad, prepárate bien para afrontar todos los retos que hay ahí fuera y todo aquello que todavía, lógicamente, no ves.

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