Querido hijo...


El mundo que ves a tu alrededor, no obedece a la realidad. La realidad es otra, es mucho más difícil y complicada. No cierres o tapes los ojos, ni te escondas a la realidad, prepárate bien para afrontar todos los retos que hay ahí fuera y todo aquello que todavía, lógicamente, no ves.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29