Al hombre le cuesta renunciar, nos cuesta renunciar. Somos egoístas y renunciar a algo nos causa dolor y frustración. Renunciar a lo material, a parte de nuestro tiempo para dedicárselo a otros; renunciar a comodidades, renunciar a 'ser'. Tal vez por eso, porque no somos capaces de aprender a renunciar, no llegamos a encontrar esa verdadera felicidad que todos buscamos.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27