Una buena reflexión de Leopoldo Abadía

Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos.
Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que notiene que ver con su preocupación.
En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta deseñoras) y decía esa frase que a mí me hace tanta gracia:"qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos.???????"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que semanejan bien por el mundo, me suelen decir:"qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos.??????"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:"y a mí, qué me importa.....?!
"Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. Ahora, cuando me reúno con los otros 64 miembros de mifamilia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, meanimaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundosfuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz.
Y me exigieron mucho. Pero ¿qué mundo me dejaron?
Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización.......
Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar.
Si pienso un poco, escribo un libro.Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar?
Si no se lo podían imaginar!
Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación.
Si no la adquirí, fue culpa mía.Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en loque va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá paranada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.
A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de miradalimpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales.
Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno.
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación:que sepan distinguir el bien del mal,que no digan que todo vale,que piensen en los demás,que sean generosos. . . .
En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se osocurran.
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora jovencon dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo delmundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupabamucho... qué hijos íbamos a dejar a este mundo.A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar.
Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres.
Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosasuya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.
Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de "Historia de mi pueblo" (por aquello de pensar en grande) oquitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes,que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que laautoridad de los padres es cosa del siglo pasado. Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.
Leopoldo Abadía.
P.D:
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y acontarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29