M/4.L Pensaba anoche en ese poco tiempo que paso con los padres, sobre todo en el invierno. Vamos a comer, charlamos un rato de poco o nada, en ocasiones incluso nos regañamos cariñosamente, padres a hijo, hijo a padres, algún comportamiento de unos o de otros, y tras unos achuchones nos vamos hasta la próxima semana, que a veces son dos, que volvamos a vernos. Y marchas, te vas, con esa sensación de que las vidas que nos hacemos nos alejan de los nuestros más de lo que nos acercan . Te vas con esa sensación de hacer todo mal, de qué pensaran ellos que saben que el tiempo es ya mucho más limitado para tenerte, para tocarte; que pasa más deprisa y, por lo tanto, para ellos lo vale más. “No está en ningún sitio, quién está en cualquier parte” . Séneca En nuestro día a día hay gestos que son muy sencillos pero realmente profundos y de una belleza infinita. Simplemente el saludar a alguien, el dar las gracias o desear a otro un buen día. La vida es gratis. No hay nada que perder
No es un arte del siglo XXI. Me gustan los toros y no me gustaría que desde fuera del mundo del toro se acabe con ello con intenciones políticas interesadamente rebuscadas. Creo que se tendría que acabar por el mero hecho de que se daña a un animal para recreo de espectadores, sin más añadidos ni segundas intenciones. Es el precio que hay que pagar por vivir en un mundo globalizado y moderno.
ResponderEliminarEl surfing en coso supongo que puede continuar.