Dice Omraam Mikhaël Aïvanhov que...

“¿Por qué los humanos no cesan de fabricarse limitaciones y cargas inútiles? ¿No se dan cuenta de que hundiéndose en la materia, pierden su alegría de vivir? Todas las cargas que han acumulado pesan sobre su corazón. Que se liberen de ellas y la alegría regresará.


Muchos viajeros que visitan países muy pobres, a menudo se han sorprendido de descubrir una población alegre, sonriente, mientras que en los países prósperos ¡la gente tiene un aspecto tan triste! Pues bien, en efecto, contrariamente a lo que se puede imaginar, la abundancia material no aporta mucha felicidad a la gente. Todo ese mundo artificial que se han fabricado, ahora los ha convertido en prisioneros. Las cosas han ido tan lejos, el comercio y las finanzas ocupan un lugar tal que ya no sabemos cómo salir de este engranaje. Y mientras prospera la economía, por así decirlo, los humanos, a su vez, se hunden."

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