Toda nuestra verdad se encuentra en el interior de cada uno de nosotros. El exterior lo llena lo cotidiano; esa imagen que acumula un poco de lo que los demás quieren y no lo que realmente somos.

Comentarios

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30