Suelo llevar corbata casi todos los días desde hace 20 años. Me encantan las corbatas. Y desde hace 20 años, también, es raro el día que no mancho una, aunque sea con una mínima gotita de algo. Además, casualmente, siempre mancho aquellas que más me gustan. Se me ocurren dos cosas: o llevar puestas siempre las que no me gustan o no volver a ponerme la corbata. No sé.
Está claro que hoy he vuelto a manchar la corbata!!!

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30