Es verdad que no nací en Getafe. Vivo, cree mi familia -me casé y mi hijo nació aquí- y siento Getafe como mi pueblo, como mi ciudad, como mi vida. Disfruto de sus bondades y soy crítico con sus dificultades, pero me duelen como al que más sus males.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cristianismo de moda, christiancore, o síntoma