Es verdad que no nací en Getafe. Vivo, cree mi familia -me casé y mi hijo nació aquí- y siento Getafe como mi pueblo, como mi ciudad, como mi vida. Disfruto de sus bondades y soy crítico con sus dificultades, pero me duelen como al que más sus males.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30