El pasar de los años nos debe deshacer de lo superfluo, de los pensamientos inservibles, de posicionamientos inoperantes y de recuerdos borrosos.
Debe hacernos posar la vida en lo verdaderamente importante y escurrir su esencia como aquello que guardaremos para el resto.
Si El Eterno así lo quiere... vamos a por los 44 años de vida...

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