Lo absurdo es intentar rescatar un sonido del silencio. El silencio sólo se explica en ese instante en el que olvidamos qué pensamos: cerramos los ojos y más allá de la oscuridad de nuestros párpados no sentimos ni nuestros latidos. Ese momento, ese instante, te llena, también, de vida.

Comentarios

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico III. El presente que me vive. Semana 15

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

SIMBOLOGÍA: 'EL OJO QUE TODO LO VE'