La manera más literaria de viajar es en tren. Leer mientras los kilómetros pasan. Pensar, mientras te ves reflejado en el cristal y los campos y villas pasan; es como si todo quisiera correr menos tú, ese que simplemente está cómo perdido, buscando acariciar las páginas y olvidando las letras.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cristianismo de moda, christiancore, o síntoma