Dice el Rabino Mijael Sofer que...

"...estamos solo completos a medias. La otra mitad, aquella que nos hace completos, es la Divina. Cuando la persona reconoce que no está completa, es entonces que las dos mitades se pueden unir y el resultado es la integridad.

En un mundo, donde la tónica general, es buscar la individualidad y ser dueños de nuestras vidas; nosotros, como siervos del Eterno, proclamamos nuestra absoluta dependencia de Adonay, de nuestro hermano y de nuestra pareja. De esta manera abrimos canales que nos permiten conectarnos con aquello que está más allá de nuestra realidad, mas allá aún, de aquello a lo que se puede acceder mediante la más profunda sabiduría ó la más profunda meditación."

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