Running 2011... y 7: 42,92 km. Semana gastrorunning...



No quiero se mal interprete esta fotografía. Sé que mi mejor perfil no es el de la entrepierna, y menos tras un frío rodaje de 18 km (jeje), pero entramos en esos momentos en los que hay personas que se vuelven más torpes de lo que son y otros, parece, buscan sus desahogos personales metiéndose con los demás. No es mi caso. Paso, habitualmente, de meterme con nadie. ¿Para qué? Para nada. Por eso pido disculpas por la foto, por lo que pudieran interpretar, a todos los que leen diariamente este blog (que son muchos) menos a uno; a ese uno se la dedico con cariño y paciencia, sabrá que va dedicada a él y por eso: que interprete lo que le plazca y que siga diciendo estupideces...
A lo nuestro...

No estoy teniendo un mes running en condiciones. Al menos no como yo deseaba. Estamos a menos de dos meses de mi reto/objetivo del año y he tenido mejores momentos. El clima, ciertos dolores localizados en rodillas, la cabeza ya en concentración político laboral y demasiados compromisos que me atrapan, en horas en las que más ganaría rodando por las calles getafenses.

Sabía que la semana no sería buena. Demasiadas citas. Incluso asumí que me vendría bien un descanso, y así creo ha sido. Y claro, a falta de kilómetros en zapatillas, los he hecho en plan gastronómico. Vaya semanita. Si lo organizo no lo consigo. Por eso he decidido hoy que como el running no ha superado las tres salidas, algo absolutamente miserable -aunque agradecido por cuerpo y piernas-, hablaré de lo gastronómico.

Comencé el lunes con una de esas comidas entrañables: de familia. Que surgen y se aceptan. Que pasan a formar parte de los mejores momentos que tiene uno. Se empeñó mi tío, Clemente, el padre del Clemente Moreno Jr. del Club Moreno's Running, en cocinar lo que parece una de sus especialidades culinarias (y yo sin saberlo): tortilla de patata. Pero no se trataba de una tortilla de patata normal. No, aquí somos manchegos, de Albacete y, en particular, Minaya. La tortilla se componía de algo así como prácticamente una docena de huevos con no sé cuantas patatas. La tortilla ocupaba una fuente circular, de las grandes, con un grosor de más de cuatro dedos de los míos. Impresionante tortilla de patata, acompañada de buen jamón y mejor queso. Y claro, para pasar tal manjar, nada como un excelente vino, también manchego, de Albacete, y que recomiendo: Aljibes. La tortilla desapareció como sin pensar. Estaba deliciosa y he de decir que el 'toque' se acercaba a las de la maestra Carmen (que es mi madre), pero sobre todo, lo que más alimentó fue ese instante, ese momento, mano a mano, entre los tres Moreno, que ni se tienen normalmente ni se deberían perder nunca. Pero eso sí: siempre estamos.

Y el lunes salí a hacer unos kilómetros, a bajar esas calorías manchegas que tanto cuesta superar.

El martes tuve el día más tranquilo y pude hacer un rodaje algo más largo, recuperando lo perdido.

Y llegó el miércoles. Toda la mañana de visita de obras terminando en Sevilla la Nueva recorriendo con el Alcalde las inversiones realizadas y las obras que estamos llevando a cabo en su municipio. Tuvo a bien que me quedara a almorzar junto a otro alcalde de la zona y, algo que no imaginaba, darme a probar el cordero que cocinan en uno de los restaurantes del municipio. Y así fue: excelente. Todavía lo recuerdo, qué rico leche. Yo normalmente no como carne entre semana pero... joder con el cordero de Sevilla la Nueva.
Desde allí, veloz, a Getafe para asistir al acto de proclamación de Candidatos del Partido Popular a los grandes municipios del Sur. Un acto entrañable y emotivo para mi. Se proclamaba el candidato de mi ciudad, de Getafe, Juan Soler, el candidato que deseo se convierta en Alcalde. Teniendo en cuenta que las tres últimas elecciones el candidato he sido yo, me recordó momentos y me hizo, si cabe, sentir mucho más orgullo.
Y tras el acto, que terminó a eso de las 21h., volví a Madrid a cenar con él, y un par de amigos más a uno de esos restaurantes japoneses en los que parece no comes pero comes. Exceso.

Y llega el jueves y volvemos a dejarlo en blanco de kilómetros. ¿Por qué? Porque no se puede hacer todo en la vida. Los Amigos habíamos decidido juntarnos a comer unas gachas manchegas. Así que allí quedamos, tras la jornada laboral, a degustar lo que fueron unas extraordinarias gachas, con sus tropezones de chorizo, panceta, tocino, chistorra, lomo... su vino, su gin después...uffff! ¿Quién dijo kilómetros?

Kilómetros los que debía haber hecho el viernes si no es porque por la tarde me acerqué a Getafe a la 'tertulia de los viernes'. Mi cuerpo era como una despensa manchega. No podía moverme...

El sábado ya sabéis... mi particular Shabat!

Así que el domingo, perfectamente recuperado, como nuevo, a eso de las 11.30 h que amagaba el sol, me calcé las ZigTech me coloqué un buen repertorio de música trance en el iphone y a correr. Han salido unos fantásticos 18 km, he vuelto a recuperarme y encontrarme, el ritmo ha sido estupendo y, eso sí, he notado los excesos semanales y la falta de entrenamientos constantes pero... creo que esta semana ha sido buena así.

Soy consciente que no queda mucho tiempo, algo menos de dos meses, para el MARATÓN DE MADRID. No puedo confiarme en absoluto, comienza lo serio Moreno's.

Y así quedó pues:

El total de km realizado esta semana, del 14 al 20 de febrero, ha sido de 42,92 a un ritmo medio de 5:11 min/km y una velocidad de 11.60 km/h.

Siento haberos aburrido con tanta gastronomía esta semana pero, a falta de kilómetros, buenos son 'huevos'. Un fuerte abrazo y... a correr!!!

Comentarios

  1. Ya va siendo momento de ordenarse, Mapoma es en Abril y si no quieres que Mapoma sea un infierno hay que ponerse serio. Ponerse hasta las trancas ya veo que eres un maestro, jdrrr las gachas, qué apetecibes.

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  2. Llevas toda la razón compañero... Esto se pone serio y yo debo ponerme también... es un reto y no es una gilipollez...
    Gracias

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