Sólo le pido a la vida tiempo, pero no tiempo para dedicarlo a ocios, banalidades varias o materialismos espontáneos. Le pido tiempo para vivir mis emociones, compartirlas con los que quiero o anotarlas en esta libreta.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30