Estar de vacaciones supone renunciar, con verdadero placer, a mucho. Lo primero a lo que tienes que renunciar es a las obsesiones que creas en ti el resto del año. Es lo más difícil, sobre todo porque cuando crees haberlo conseguido suena el despertador y tienes que volver al trabajo.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27