Hoy llegué buscando esa tranquilidad, esa paz que sólo desea el que trata de escapar de todo y esconderse de nada.
Los días están volviéndose cansinos. Es fruto de estas fechas, en las que la necesidad de estar días desconectado del sistema, se convierte casi en obligación saludable.
He abierto la puerta de casa, he entrado y, en ese instante, al cerrarla de nuevo, es como si despertara a mi realidad; esa realidad que me genera la paz de mi espíritu y mi conciencia y que sólo encuentro por aquí.

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