Querido hijo...


La vida no deja de ser una competición constante en la que todos somos participantes. Prepárate siempre para ganar, pero no dejes nunca de prepararte para algo más difícil e importante: saber perder.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29