Siempre he entendido que la libertad tiene un límite y ese límite es el respeto a la libertad del otro. Nadie es más que nadie por ser quién es. Nadie es mejor que nadie mientras no se demuestre lo contrario

Comentarios

  1. Me gusta lo que escribes, siempre te leo aunque no te responda...un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30