En determinadas ocasiones es mejor estar callado que decir sinceramente lo que se siente o piensa. Es una forma de evitar el daño que provocan las verdades.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29