Reflexiones, suspiros, vómitos, anotaciones en mi MOLESKINE y demás averías y desvaríos poéticos, filosóficos, espirituales y políticos.
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Querido hijo...
La sinceridad puede llegar a ser un defecto para algunos -ser demasiado sincero a veces resulta incómodo-, para el Hombre que se precie de serlo es una virtud mayúscula. Se siempre sincero.
Había una vez un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho mas fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre. Entonces el padre sugirió al hijo que por cada día que controlara su carácter debía sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el jóven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. El padre llevo de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: - Mira hijo, has hecho bien, pero fijate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca será la misma de antes. Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien que aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedo hecha. No importa cuántas veces pidas perdón, la herida está allí; y una herida física es igual de grave que una herida verbal.
Los amigos y nuestros seres queridos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonreiran y te animarán a mejorar. Te escucharán, compartirán una palabra de aliento y siempre tendráan su corazón abierto para recibirte. Demuestrales siempre a estas personitas cuánto los quieres.
Åvinu shêbashåmaím, yithqadesh Shimkhå, Tåvo Malkhuthkhå, ye'åsê Retsonkhå kevashamaím ken bå'årêts. Êth lêkhêm khuqenu ten lånu hayom. Uslakh lånu 'al khatå'eynu kefí shêsolkhím gam anakhnu lakhotím lånu. Vë'al tëvi'enu lidey nisåyon, ki 'im khaltsenu min hårå. Ki lëkhå HaMamlåkhåh, HaGvuråh vëHaTif'êrêth lë'olmey 'olåmím. Åmen. El Padre Nuestro es una de las Oraciones más bellas que existen. Eso pienso. Me he interesado últimamente en buscar por ahí la Oración en hebreo. No es fácil y estoy encontrando algunas diferencias entre unos y otros. Aunque por aquí dejo algunos ejemplos , me gustaría, si alguién tiene a bien, recibir sugerencias del auténtico Padre Nuestro en len gua hebrea. Es posible que sea alguno de éstos, pero tengo mis dudas. (la transliteración se lee de izquierda a derecha) Abienu shebashamayim yitkadesh shimcha, tabo malchutecha, yease retsoncha ba’aretz kebashamayim . Ten lanu et lechem yoman, uslach lanu al chataeinu, kefi
Un poemario es un conjunto o colección de poemas : los tuyos. Si llevas tiempo escribiendo poesía, te habrás planteado alguna vez la necesidad de reunir algunos de tus poemas, bien para conservarlos de una manera ordenada, para enviarlos a una editorial, dárselos a leer a algún amigo o participar en un recital. Un poemario debe tener una estructura conjunta que realce cada poema, de manera que cada pieza destaque por sí misma y, al tiempo, forme parte armónica de una totalidad. Elegir el orden adecuado de un poemario es una tarea delicada. Sin embargo, te damos algunas opciones sencillas que puedes probar. 1. Mejores poemas. Se tata de una selección de los poemas más inspirados en la que, además, las mejores piezas se sitúan primero. Es decir, los poemas se ordenan secuencialmente de “mejor” poema a poema “menos bueno”. Este es un orden que gusta a muchos poetas, porque les permite marcar sus preferencias dentro de su producción y promete una buena primera impresión
M/25.L Despiertas mientras llueve, en Minaya. Tomaste la decisión de quedarte a pasar el domingo y ahora tendrás que viajar con lluvia, algo que no te gusta nada. Conduces en tensión. La vista te va fallando y en cuanto las condiciones climáticas no son las adecuadas prefieres no viajar en coche. No nos fiemos de aquellos que solo se dedican a hablar de los demás y crear tensiones absurdas. Quien no actúa con honestidad y coherencia siempre será un mentiroso agresivo. Siempre están los que suman y otros que solo restan. Habéis viajado lloviendo. De Minaya a Valdemoro ni un solo tramo sin esa lluvia, que por cierto tanto agradecen los campos. El limpiaparabrisas de un lado a otro, hipnótico, tratando de dejar el cristal sin agua para que puedas ver una carretera con más camiones de lo habitual, lunes, día de trabajo. Vuelves de la casa del pueblo, como siempre te traes atrapados, contigo, esos momentos que son tuyos; momentos que se amontonan en la balanza de lo positivo y feli
Lealtad. ¿Qué palabra, verdad? La lealtad es algo que solo se demuestra en los momentos difíciles, con compromiso. La lealtad es defender lo injustificable, ideas o personas. La lealtad es valentía, coherencia y la no cobardía. Lo fácil es esconderse.
M/18.L Algo que me ilusiona de dar comienzo a la semana, el lunes, es que salgo a la calle bastante temprano y me pongo a caminar. Camino cerca de treinta minutos hasta llegar a la estación de tren, así consigo aquietar la mente de tal manera que encuentro esas respuestas que necesito de algún problema o mal pensamiento que me haya estado dando vueltas durante el fin de semana o la noche. En ese trayecto no hay apenas ruido, las calles están vacías. El silencio es un magnífico ejercicio para equilibrar la mente y ahuyentar malos pensamientos, si además le unimos el caminar conseguimos el círculo perfecto. Si fuera por el campo, en fin, qué decir, éxtasis total. La paz está en nuestro interior, solo el autoconocimiento es lo que permite esta experiencia. Las preocupaciones nos ahogan, acaban con nuestra alegría. Cada respiración de vida debería se runa nueva celebración. Esta noche he tenido dos o tres sueños diferentes. Todos se situaban en el mismo lugar, creo era Valdemoro. En
.. y no valen nada las mentiras piadosas
ResponderEliminarCUENTO PARA TÚ QUERIDO HIJO
ResponderEliminarHabía una vez un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho mas fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre. Entonces el padre sugirió al hijo que por cada día que controlara su carácter debía sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el jóven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. El padre llevo de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: - Mira hijo, has hecho bien, pero fijate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca será la misma de antes. Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien que aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedo hecha. No importa cuántas veces pidas perdón, la herida está allí; y una herida física es igual de grave que una herida verbal.
Los amigos y nuestros seres queridos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonreiran y te animarán a mejorar. Te escucharán, compartirán una palabra de aliento y siempre tendráan su corazón abierto para recibirte. Demuestrales siempre a estas personitas cuánto los quieres.