Querido hijo...

No mientas nunca. Di la verdad siempre, aunque pueda doler al que lo escuche. Siempre te lo agradecerá.

Comentarios

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30