No sólo debemos exigir lealtad a los demás con nosotros; lo primero que debemos pensar es si nosotros somos leales con los demás.

Comentarios

  1. ...hay dos valores decisivos para las relaciones humanas pacíficas y libres en las sociedades: son el respeto y la lealtad. Son el cemento que une la convivencia y favorece la cooperación entre personas. Decía Fernando de los Ríos, contemplando nuestra historia, que en España faltaba respeto: respeto al adversario político, respeto al disidente, respeto al pobre y al débil, respeto al otro como tal otro. Con respeto no se faltaría a la verdad, no se utilizarían las técnicas de envilecimiento como la mentira y la injuria, no se dañaría sólo por dañar. El respeto favorece la moderación, el juego limpio y la veracidad.
    La lealtad nos garantiza frente a comportamientos inesperados, frente a traiciones, a desprecios y a conspiraciones. La traición es una tentación frecuente y la envidia o la alta opinión de uno mismo, cuando no una patología oculta, están en su origen. La lealtad nos asegura, nos da tranquilidad y, al tiempo, exige un comportamiento
    recíproco. En todo caso, ambas virtudes, respeto y lealtad, son condición y expresión de una vida digna, de una vida de personas libres.

    gregorio peces-barba---

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