No sólo debemos exigir lealtad a los demás con nosotros; lo primero que debemos pensar es si nosotros somos leales con los demás.
Padre Nuestro en Hebreo
Åvinu shêbashåmaím, yithqadesh Shimkhå, Tåvo Malkhuthkhå, ye'åsê Retsonkhå kevashamaím ken bå'årêts. Êth lêkhêm khuqenu ten lånu hayom. Uslakh lånu 'al khatå'eynu kefí shêsolkhím gam anakhnu lakhotím lånu. Vë'al tëvi'enu lidey nisåyon, ki 'im khaltsenu min hårå. Ki lëkhå HaMamlåkhåh, HaGvuråh vëHaTif'êrêth lë'olmey 'olåmím. Åmen. El Padre Nuestro es una de las Oraciones más bellas que existen. Eso pienso. Me he interesado últimamente en buscar por ahí la Oración en hebreo. No es fácil y estoy encontrando algunas diferencias entre unos y otros. Aunque por aquí dejo algunos ejemplos , me gustaría, si alguién tiene a bien, recibir sugerencias del auténtico Padre Nuestro en len gua hebrea. Es posible que sea alguno de éstos, pero tengo mis dudas. (la transliteración se lee de izquierda a derecha) Abienu shebashamayim yitkadesh shimcha, tabo malchutecha, yease retsoncha ba’aretz kebashamayim . Ten lanu et lechem yoman, uslach lanu al chataeinu, kefi ...
...hay dos valores decisivos para las relaciones humanas pacíficas y libres en las sociedades: son el respeto y la lealtad. Son el cemento que une la convivencia y favorece la cooperación entre personas. Decía Fernando de los Ríos, contemplando nuestra historia, que en España faltaba respeto: respeto al adversario político, respeto al disidente, respeto al pobre y al débil, respeto al otro como tal otro. Con respeto no se faltaría a la verdad, no se utilizarían las técnicas de envilecimiento como la mentira y la injuria, no se dañaría sólo por dañar. El respeto favorece la moderación, el juego limpio y la veracidad.
ResponderEliminarLa lealtad nos garantiza frente a comportamientos inesperados, frente a traiciones, a desprecios y a conspiraciones. La traición es una tentación frecuente y la envidia o la alta opinión de uno mismo, cuando no una patología oculta, están en su origen. La lealtad nos asegura, nos da tranquilidad y, al tiempo, exige un comportamiento
recíproco. En todo caso, ambas virtudes, respeto y lealtad, son condición y expresión de una vida digna, de una vida de personas libres.
gregorio peces-barba---