El Abuelo


Miradle,
con orgullo y gratitud,
la mía
de poder decir,
con cuarenta:
'abuelo'.

Abuelo,
que es llamar vida
a ese siglo que espera,
que es pedir,
gritar,
que para ti se pare
todo el tiempo:
que no corra
que no hay prisa,
que espere el cielo.
¿Verdad, abuelo?

A ti,
a ti abuelo
que te recorren los años
en los surcos de tus manos;
que en tu alma escondes
la belleza de tu historia.

A ti,
abuelo,
que se abandonan
en los nidos de tus ojos
las lágrimas secas
por tanta vida.

A ti,
abuelo,
que te esperen por siempre
las nubes y los ángeles
a ti,
que vas y vienes
calendario en maleta
y te quedas,
ahí,
sentado,
con esa mirada sincera
única
y esperas.

Ya no comienzas nada
para que no termine
¿para qué?
En tu silencio esperas,
últimamente sólo esperas,
esa espera del encuentro
y del recuerdo
que le dura la vida.

Abuelo.
Unos años de guerra
unos años de penas;
las alegrías que posan
toda tu existencia.

Y ahora,
ahí, sentado
con esos ojos tiernos
del que sólo ambiciona
el cariño,
vuelves a esperar.

Gratitud

Gratitud la mía,
siempre,
de haber tenido tal suerte,
abuelo,
de llamarte todavía.

Gratitud
Gratitud de haber aprendido
contigo
a querer el campo
y arañar la tierra roja,
arar sobre el trillo el trigo,
oler el sarmiento viejo
o arrancar el fruto
sudando polvo,
de pisar heridas
y dejarlas en el camino.

Tu tierra,
Abuelo.

Que dejaste de morder
el grano allí por 'la casuta'
y de abrazar los racimos
allá por 'la cañá'.
Que abandonaste
entre sollozos
hombre
las lindes y olivos
las viñas y el trigo
para entregarte día a día
a quién querías y te quería,
en ese gesto de amor épico,
aunque desconociera el paso a cada hora
aunque fuera olvidándose de quién eras y era,
aunque fuera volviendo a la nada en vida,
allí estabas tú
siempre
a su lado
mimando cada día
con esas manos del tiempo
pero con ese reconocimiento
a quién amas.

Abuelo.

Tal vez José María
tal vez Serafín
sólo Hombre:
gran hombre
el Abuelo...

... te espero en los cincuenta.

Comentarios

  1. La foto dice mucho... Un hombre tierno, cariñoso, sabio, amigo, en fin, felicidades por el hombre que fue tu abuelo, pues se parece al que yo disfruté mientras pude.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30