'La Palabra y el Tao' de Mario Conde

Sé que estos días se habla más de política y fútbol. Al menos parece que todos andan con esa resaca de éxito, que debemos agradecer a nuestra Selección Española de Fútbol y que nos ha hecho vibrar y emocionar. No escribiré de estos u otros aconteceres que van y vienen. Escribo sobre mis lecturas de esta noche. ¿Raro? No hombre no, atípico en estos tiempos que corren.


He tardado en encontrarlo. Ninguna librería de Madrid parecía tenerlo ni saber de él. Así que, impaciente yo, me decidí a solicitarlo a la editorial. Me refiero al libro de Mario Conde 'La Palabra y el Tao'. Así hice la semana pasada y ésta, rápida y eficazmente, recibía remitido por la Editorial Nous el esperado ejemplar.


Ha sido grato, como en todos los casos cuando coges un libro deseado, tenerlo en mis manos. Una cuidada edición de algo más de 200 páginas, en un tamaño diferente para la cómoda lectura de las tres versiones del Tao, y con una calidad también importante.


Y tenía curiosidad por leer la extensa introducción escrita por Mario Conde a estas versiones del gran libro del Tao. Una curiosidad, sobre todo, llevada de la mano de ese gran libro, gran camino: el Tao. Que un hombre como Mario Conde, ganador y perdedor de batallas, señor de imagen y piel dura, seductor y representante del todo y la nada, admirado y denostado, escriba sobre la máxima profunda del espíritu y su búsqueda interior, hace a alguien como yo, ávido interesado, ha sumergirme veloz en sus páginas. He quedado recompensado por la espera y, como siempre que uno se sumerge en los textos orientales, agradecido.
Mario Conde nos explica el por qué de este libro, el significado del Tao para él y, cómo no, su invitación a la lectura reposada y lenta de los párrafos de estas versiones.
Nos habla de sus momentos de lectura: "La gigantesca dimensión del taoísmo, de su metafísica y, además, al compararla con la no menoscósmica dimensión del sufismo, todavía arranca en mí escalofríos en la piel cuando recuerdo aquellas madrugadas, calmados los ruidos de la prisión, dormitando los cuerpos de los presos, reinando el silencio sobre los patios deslindados con espinos resplandecientes a la luz de una luna tenue, en las que, sentado en el suelo de cemento de la celda, dejaba que lo que tenía que llegar llegara, y llegaba..."


Nos habla del silencio como "la única manera de rezar, de hablar con la deidad, es precisamente sin palabras. El silencio es el lenguaje de los dioses. El ruido, el que consumen los humanos."
Nos introduce a Zuangzi o San Juan de la Cruz, pero también comparte pensamientos y citas del maestro Jiddu Krishnamurti.
Y termina esta introducción con varias reflexiones que merece la pena destacar y meditar sobre ellas:
"la vida te empuja en el orden creado por el pensamiento. Y si te alejas de él, si quieres vivir de manera diferente, en cuanto tengas algo que decir, corres el riesgo de la demonización, ya sea como agente de la subversión, como Laozi, o como hereje hijo del demonio, como Eckhart o los pobres cátaros."

O ésta:

"Me parece eficaz. muy contundente, meditar sobre nuestras propias penurias. Algo así como oler tus propios excrementos, para no olvidar qué posición ocupas en el orden de los estremecimientos."

Les invito a leer uno de los libros más inmensos escritos nunca: El Tao Te King de Lao Tze. Y si se animan, aprovechando, lean 'La Palabra y el Tao. 3 Textos 1 Solo Tao' de Mario Conde, dónde encontrarán las tres versiones más importantes, podrán compararlas, disfrutarlas y meditarlas detenidamente y, además, disfrutarán de las reflexiones producidas a este personaje histórico español que no pasará nunca desapercibido y...

"...el Tao Te King es un libro que se tarda en leer media vida, y eso es, más o menos, lo que nos queda por delante, tenemos el tiempo necesario para poder hacer ese trabajo."





Comentarios

  1. Últimamente me estoy acercando al Taoísmo y la figura de Mario Conde siempre me ha suscitado interés, gracias por la recomendación de este libro.

    Un saludo

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