Cuando el Silencio Me Llama...

Echar raíces significa habitarte a ti, poder estar en calma, con paz y claridad mental. Buscar esos momentos que te hacen bien es crucial en esta etapa de tu vida.

Dejo en manos de Dios aquello que yo no puedo cambiar.

Pensaba hoy que tal vez para poder llenarse uno de Dios primero debería vaciarse de mundo.

Prefieres callar, que crean que llevan razón, a discutir con alguien que te importa. No te merece la pena aunque luego no dejes de darle vueltas.

 

Los veranos, entre otras cosas, sirven para pensar y reflexionar: rodéate de personas interesantes, nunca de interesados.

El tiempo no vuelve, tampoco la vida se repite. Si eres consciente de esto, eres equilibrio.

Si estás cansado, descansa. Si duermes, despierta.

La lealtad se paga con lealtad, la deslealtad con distancia. A veces duele, pero es la lección. Que debe aprender el que traiciona.

En ocasiones simplemente prefiero no respirar y escucharme desde dentro. Y así limpiarme desde fuera.

Lo tranquilo convierte los días en largos silencios, el ruido acorta los momentos.

Todo lo que en las malas no está, no te equivoques, en las buenas sobra.

Lo analizo, lo veo y siento, callar, el silencio es la mejor defensa… siempre.

¿Es lunes? pues gracias a Dios que podemos iluminar esta semana.

Hoy, aquí, ahora, en este instante estamos viviendo. No te lo pierdas.

Todos los actos tienen sus consecuencias. Si no quieres la consecuencia, mejor no hagas el acto.

Curiosamente, en estos tiempos de veraneo, de desocupación, es cuando más te preocupas de ciertas cosas.  Curiosamente, en estos momentos de agosto, te reafirmas en que el mejor remedio contra la preocupación es la ocupación. Es preocupado cuando menos arreglamos nada.

El día tiene bastante con lo suyo. Y si puedes vivir el ahora con gratitud, con sencillez y con amor, habrás vencido ya a muchas preocupaciones antes de que aparezcan.

Te decepcionarás si piensas que los demás harán por ti lo que tú haces por ellos. Por eso haz siempre lo que tu corazón te guíe, no te decepciones a ti mismo.

Es curioso pero vivimos en un momento en el que el inteligente se tiene que callar para que los ignorantes no se sientan ofendidos.

  Cuántas veces gastamos dinero que no tenemos en cosas que ni siquiera necesitamos, para aparentar con otros o a otros que no les importamos nada. Sensatez.  

Es verdad que mientras más tranquilo estás, más claro piensa

 

Hoy en día prima más el aparentar que el Ser. Vivimos de lo que no vale para ser valorados por el resto, esos a los que ni siquiera importamos. Lo que más vale de nosotros está justamente dentro de nosotros, no se ve, eso es el Ser.

Cuando piensas más en lo que has hecho mal en la vida que en lo que hayas hecho bien, aunque esto último sea poco, es que algo en tu cabeza se ha cortocircuitado. Así que déjate de gilipolleces. 

Sin darnos cuenta, tal vez sin pretenderlo, cada uno de nosotros buscamos nuestro valor en las opiniones de los demás. Nos justificamos. Qué gran error.

A lo mejor crees que tu vida es una rutina, para otros es un milagro. Démosle gracias cada día.

Nadie es capaz de destruir lo que no conoce, así que vivamos todo en silencio.

Con los años he descubierto que cuanto más falso seas, más grande será tu círculo. Cuanto más sincero y real, más pequeño será.

A Él solo le pido que guarde a las personas que quiero y me importan y a mí, que me de fortaleza y me guíe.

La gente buena tiene algo que otros muchos no tienen ni pueden comprar: la conciencia tranquila.

Es acojonante, si vas a ayudar a alguien para ir luego vendiendo a los demás que lo ayudaste, mejor es no ayudar.