IX Media Maratón de Madrid: OBJETIVO CUMPLIDO.

No sé que ha pasado pero se me ha borrado todo lo que tenía escrito. Ha sido realmente increíble el disgusto porque nunca se puede escribir lo mismo de igual forma. Me he quedado triste porque expresar algo que ha significado un esfuerzo importante, un pequeño hecho en mi vida que me parece reseñable, se hace siempre con las palabras que surgen de dentro por primera vez. No será lo mismo pero lo intentaré...

Vamos allá otra vez! Así comencé y comienzo:

Lo conseguimos. Conseguimos el pequeño, o gran, reto -depende para quién-, pero lo conseguimos. Para mí una experiencia fantástica y uno de esos días que pasa a formar parte de la historia de mi vida. Nos desvirgamos en una Media Maratón. A partir de ahí que cada cuál opine lo que le de la gana: para unos una locura, para otros una gilipollez, para aquellos algo reseñable y para nosotros, los dos, Clemen y yo, un hecho importante y dos objetivos cumplidos.

Nuestro primer objetivo fue terminar los 21 km y los terminamos. Nuestro segundo objetivo hacerlo en menos de 2h y lo conseguimos: 1h 52 min. en mi aparatejo (Garmin) y 1h 50min. 45 seg. según el chip de la organización -chip que se probaba en esta prueba y del que ya hay sus discusiones en los foros-. Da lo mismo, para nosotros es un tiempo más que respetable para ser la primera vez y del que nos sentimos muy orgullosos. Por cierto que no hacemos más que participar y nunca competir para nada -no estoy yo en edades de eso-.

El primero en llegar fue un tal Kabtamu Reta con un tiempo de 1h 03min 33seg y el último participante -para mí más importante por el esfuerzo y sacrificio- entró con un tiempo de 2h 49min y se llama Vanesa Blanco.

Los primeros nombres españoles entre los participantes que llegaron a la meta son los de el toledano Antonio Núñez (que se hizo con el quinto puesto) y la madrileña Beatriz Ros, que fue tercera.

Mi carrera comenzó a las 6.45h que sonó el despertador. Me levanté cansado y sin haber pegado ojo prácticamente en toda la noche. ¿Nervios? Puede ser. El madrugar tanto no fue más que para intentar desayunar algo y no llevar el cuerpo vacío a tal esfuerzo físico. Después de mucho pensar me decanté por un zumo de naranja, un kiwi, un par de galletas integrales y, antes de salir, un café solo cargadito para reactivarme y despertarme.

A las 8.30h estábamos en el Parque del Retiro, con una temperatura ideal (aunque fresca para ir en atuendo deportivo) que rondaba los 11ºC, un sol que nos acompañaba dándonos alegría, y esperando las colas para recoger el 'chip' que pegaríamos a nosotros durante toda la carrera.

Un último pis, unos estiramientos y a ponernos en la pista de salida. Comenzaba a llegar la gente, el ambiente fantástico, la exhibición de paracaidistas que acompañaba la llegada de varias compañías que participarían en la carrera haciendo gala de su fortaleza física y su entrega patriótica. Ni que decir que la casualidad nos hizo correr casi a la par de algunos de ellos que amenizaban con sus gritos y canciones de campaña además de portar la bandera de cada compañía. Espectacular.

Y a las 9.30h los 12.000 en punto la salida. Parece que ese sueño y cansancio había desaparecido. Más ganas que nunca de echar a correr. El Iphone colocado con la música 'preferida', la compañía de Clemente y un ambiente más que motivador.

Y ahí estamos, en marcha, saliendo del paseo del Duque Fernán Núñez (Parque del Retiro) cogiendo O'Donnell para subir por Príncipe de Vergara, Diego de León, Serrano, Juan Bravo pasar por el Puente de Enrique de la Mata Gorostizaga, Almagro hasta glorieta de Alonso Martínez subiendo por Santa Engracia, cruzando glorieta de Cuatro Caminos, Bravo Murillo hasta Plaza de Castilla.

La verdad es que hasta aquí el recorrido estaba siendo de un disfrute total aunque, sinceramente, comenzaba a estar un poco hasta ahí -hasta los...- de tanta subidita que, aunque parezca que no es mucha -sobre todo cuando vas en coche-, corriendo se hace bastante pesado. Pero bueno, iba disfrutando de las calles de Madrid, del asfalto que en muchos momentos se hacía insufrible, y de la gente...

El kilómetro 10 se encontraba en Mateo Inurria. Pasamos con un tiempo de 52min. 06seg. Mis sensaciones eran impresionantes. No notaba nada de cansancio hasta ese momento. Seguimos por Plaza de Platerías, cogiendo Avenida de Pío XII luego Príncipe de Vergara para Plaza de República del Ecuador y Serrano.

Estamos aproximadamente en km 13. Aquí subimos por Serrano y giramos por Diego de León para volver a coger Príncipe de Vergara. Esta cuesta me deja tocado. Las rodillas y pies comienzan a dolerme. Parece que tanta subida deja señales no muy buenas en mis articulaciones. El estómago, además, comienza a ronronear como avisando de falta de combustible. Llego a Menéndez Pelayo recuperando. Cogemos Glorieta Mariano de Cavia y Avenida de la Reina Cristina con Paseo de la Infanta Isabel bastante bien. Nos quedan 3 km, estamos terminando y cumpliendo con el objetivo. Mi cuerpo no deja de encender la luz roja de cansancio. Giramos a la derecha para subir por Alfonso XII. Dios mío!!!. Me remata la cuesta sobre todo cuando entramos en el Retiro, por la Puerta del Ángel Caído, que supone otra cuesta extra que no esperaba.

Aquí es cuando comienzo a hacerme esas clásicas preguntas que uno se hace cuando está machacado: ¿Qué coño hago yo aquí? ¿Quién me mandaría meterme en esta?

Clemente tira un poco más -las piernas le responden, y la edad leche-, la gente acompaña animando y por la mente vuelve a pasar la imagen positiva del que quiere conseguir algo y puede. Tiramos hacia arriba casi sin bajar ritmo aunque parece que nos paramos. Es increíble como una persona puede sacar fuerzas cuando quiere conseguir algo. Pero nadie nos obliga a hacerlo. Da igual. Estamos allí y terminamos como sea.

Paseo del Duque de Fernán Núñez bordeando la Rosaleda, Paseo de Uruguay, otra vez Glorieta del Ángel Caído, Avenida de Cuba, Paseo de Venezuela y se ve la llegada en Paseo Duque de Fernán Núñez. Nos instamos a un mini sprint final con esas fuerzas que no sé de dónde coño salen pero están. Nos agarramos y entramos en meta con la alegría del OBJETIVO CUMPLIDO.

Sé que puede resultar absurdo pero era importante. Era otro reto en esta vida cargada de ellos. Este reto era voluntario, pero como tal había que cumplirlo. Qué sería mi vida sin retos y objetivos que cumplir. Unos se consiguen, otros no; de los que no, aprendo para la próxima. Pero este es de los que sí.

La boca seca al máximo, los pies y las rodillas con un dolor que no había sentido nunca, las articulaciones restantes no sabía ni que existían hasta este momento... pero feliz y contento. Muy contento. Una gran carrera. Unos fantásticos 21km llenos de emoción y entrega de tantas y tantas personas. Desde el primero al último.

Sin Clemente imposible. Corrimos juntos toda la carrera. Siempre en silencio. Haciéndonos señas para ver cómo respirábamos o nos encontrábamos cada cierta distancia. Un placer y un honor. Son momentos para compartir. Son momentos de la historia de cada persona, de cada uno. Tener alguién al lado es otra señal de gratitud.

Como anécdota contaré que al final de la carrera, tras recoger algunos líquidos que nos sirvieran de aliento, refresco y oxígeno, Clemente se dispuso a hacer los estiramientos de rigor. Hasta aquí normal. Pero yo no sé si debido a que hicimos todo el recorrido en compañía de soldados de la BRIPAC y le entró el calentón con efervescencia guerrillera, o si el sol fue excesivamente fuerte, pero en un instante se dispuso a hacer unas docenas de abdominales y flexiones en el suelo que me hicieron preocupar por tal exceso de fortaleza física (y esto es una pequeña nota de humor porque sé, claro que sé, que lo leerá). Cierto es que yo entré en período de raciocinio -poco habitual en mi- y lo que hice fue tumbarme por unos segundos en un fresco césped y disfrutar el sol y de haber VIVIDO un día más por la gracia de Dios.

Querido primo Clemen: ¿y nuestro siguiente objetivo?

Una experiencia increíble, auténtica y digna. Momentos así te hacen SER.