No pasa nada por equivocarse, tampoco por reconocerlo y mucho menos por disculparse. ¿Quién no se ha equivocado, de palabra, de una decisión, de un hecho? Lo valiente es rectificar y no darse la vuelta.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cristianismo de moda, christiancore, o síntoma