06.07.2018... Reflexiones del Camino VII

Vivimos en una sociedad exigente y nosotros nos hacemos exigentes: con los demás, con nosotros mismos. Esta exigencia nos genera ansiedad y estrés.

Queremos llegar a todo y hacerlo todo a la vez. Deseamos tener todo y serlo todo. Nuestro subconsciente nos gobierna con inseguridades y preocupaciones que se apoderan de nuestra mente.
La satisfacción en la vida no está en tener. Está en Ser.

Cada día despertamos con un pensamiento de cambio que va convirtiéndose en abandono a lo largo de la jornada; no cambiamos.

Nuestra mente se focaliza en aquello que quiere y si no somos capaces de gobernarla nos llevará, sin lugar a dudas por la dirección tenebrosa que desea.

A veces covertimos nuestra mente en nuestro peor enemigo, porque va en contra de nuestra propia voluntad.

Si permitimos que nuestra mente continúe enfocada donde se encuentran nuestros miedos, nuestras desconfianzas, estaremos atrapados en una burbuja de pesimismo. 

Sólo si silenciamos nuestra mente podremos encontrar la salida del laberinto

Debemos recuperar el control. De no ser así quedaremos atrapados en la oscuridad, en esos rincones dónde no entra ni un rayo de luz de felicidad. 

Los problemas internos jamás se van a resolver por algo externo.

Tu vida, nuestra vida, sin un fin que la dote de sentido y significado carece de valor y ese vacío no te permite vivirla en plenitud y felicidad.

¿No os dais cuenta que cuando llegamos a una edad no lamentamos lo que hacemos a lo largo de nuestra vida, sino todo lo que no llegamos a hacer?

Busquemos el silencio de nuestra mente. Busquemos la sabiduría de nuestro Ser, esa sabiduría que se esconde en nuestro inconsciente. Escuchemos nuestras emociones, revisemos y cambiemos nuestras creencias; comencemos a vivir en coherencia con Nosotros.

¿Alguna vez te has preguntado dónde quieres estar dentro de cinco años? ¿Cómo quieres que sea tu vida entonces? La pregunta puede parecer fácil. No lo es. Meditar en silencio, dejar de lado todas esas actividades y compromisos que nos abruman, respirar y encontrar la respuesta. 

¿Dónde está tu brújula? ¿tenemos clara la dirección?

Busca tu brújula. Cuando estás perdido y te das cuenta necesitas una dirección. Tu brújula existe, cada uno tiene la suya, está ahí.

Saber qué queremos y por qué. Esa es nuestra brújula interior hacia una vida realizada y feliz. Sin esto podríamos terminar en cualquier sitio.

Imagina tu vida tal y como lo desearías en unos años, en todos sus aspectos.

Cada día tenemos la oportunidad de empezar de nuevo.

Soy consciente de que hay momentos en los que la vida te zarandea de una u otra manera. Te sacude. Utiliza esos momentos para cambiar el paso.
Haz lo que quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te gustaría haber hecho.
Un nuevo estudio, publicado en la revista 'Emotion', elaborado por la Universidad Cornell, en Nueva York, identificó tres elementos que conforman el ser de una persona: tu "ser real" consiste en las cualidades que crees poseer; tu "yo ideal" se compone de las cualidades que deseas tener; y tu "yo que deberías ser" es la persona que crees que deberías haber sido, de acuerdo con tus obligaciones y responsabilidades.

Vivimos en un mundo en el que nos dicen que tendremos una gran vida si seguimos las reglas establecidas.

Somos muy rápidos tomando medidas para hacer frente a nuestros deberes y responsabilidades, pero no a lo que se refiere a nuestras metas ni objetivos.
No lo dejes para mañana. Solo existe el Aquí y el Ahora.

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