03.06.2018... Los gestos!

El odio es un gesto, una acción, una declaración de intenciones. 
La casualidad me llevó esta semana a esa ya ciudad que hago mía, mágica, Ourense, para hablar y escuchar, junto a un elenco de expertos, de comunicación institucional y política. De gestos, de mensajes, de relaciones entre administraciones, responsables políticos y técnicos y ciudadanos.

La comunicación importa, la comunicación es.


Nada que no se comunique existe. Y aquello que se comunica mal, por muy bueno que sea o positivo, no será más que una simple anécdota.

Y teniendo que escribir hoy de y sobre muchas cosas, asumimos que la historia de España, en esta última semana, ha dado un vuelco extraordinario que ha tenido su colofón cuando exactamente el mismo día en el que nosotros hablábamos de comunicación, era votada una moción de censura contra el actual gobierno de España. 

Y sí, yo sí creo que todo tiene que ver con la comunicación y con los gestos.
Si no defiendes lo tuyo, pronto, más pronto que tarde, otros te lo quitarán aunque el valor para ellos sea mucho menor que para ti.
No me apetece hoy hacer más que una consideración. Me siento republicano porque no elijo a quién ostenta el título de Rey; hoy me siento ciudadano e, independientemente de ideologías, no he elegido a quién se ha erigido, democráticamente sin duda, como Presidente del gobierno de mi país.

Una decisión, una carambola, una casualidad, envuelta en rencores que se unen para desde la mínima representatividad acabar con un gobierno. Es el juego de la democracia y el juego del poder. 
El peligro no está en la democracia, todo lo contrario, el peligro está en lo que da o cede aquél que desea el poder a toda costa por interés personal, por demostración de ego y no por interés de España.
Los que odian apoyan a los que gobiernan. 

No me da miedo quién va a gobernar mediante una moción de censura España, me dan miedo quienes le han apoyado con su voto a cambio de cesiones que desconocemos el resto de los ciudadanos.

Y sí, yo sí creo que tiene que ver con la comunicación y con los gestos.

Gestos de unos y de otros. Gestos que nos llevan de un lado a otro, aunque a veces nos dejemos ir por la pasión ideológica.

No me gusta lo que ha ocurrido. No me gusta lo que no se dice o se calla; es más, me preocupa muchísimo.

Me preocupan las sonrisas de aquellos que odian España y apoyan a este gobierno.

La educación no tiene que ver con la ideología, la religión o el sexo. 

Alguien que deja ver en público, publicitándolo, lo mal educado que es,  mucho dice de lo que es capaz de hacer en privado. 

Hay personas que son ejemplares sin saber que lo son. Yo tengo el privilegio, tal vez ni lo merezco, de tener cerca personas ejemplares, educadas, que sacrifican hasta su orgullo y honor por mantener la compostura y la educación. Personas que te hacen ver y sentir que tu comportamiento no es el correcto, pero lo hacen desde la educación y el ejemplo. Personas desprendidas, amables, sentidas y vivas. Personas que dan sin recibir. Personas que independientemente de la circunstancia, de la ideología, de lo que piensen de uno u otro, mantienen la educación simplemente porque lo son.


Pero no, llega el gilipollas subvencionado de turno y se pone delante de las cámaras en plan macho y dice eso de 'aquí estoy yo'. Pero no pasa nada, no pasa nada porque a ciertas ideologías, en este país, se les permite todo.
¿Ustedes se imaginan, por ejemplo, al político del Partido Popular Albiol, cogiendo de los hombros a Margarita Robles, por poner un ejemplo, o a la tal Inés Arrimadas, y diciéndole dos brabuconadas parecidas?

Tendríamos a media España, a todo el mundo artístico e intelectual, actores subvencionados y sin subvencionar,  manifestándose en las calles y pidiendo fuera desintegrado del país. No desterrado, desintegrado.
A algunos se les permite ciertas cosas. A otros no.

Sabiendo esto, que son gestos, que es comunicación, a lo mejor perdemos la verdadera forma de actuar.

Y quedo aquí... tengo mucho que escribir y decir...

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